DESDE FINLANDIA CON AMOR

Hay una herramienta del wordpress que te permite saber cuánta gente te sigue y desde dónde. Cuando empezamos con esta aventura de la Red de huertos urbanos me hacía mucha ilusión comprobar que nos leía gente de casi todo el mundo. Pulsabas el link de estadísticas  y se coloreaban en un mapa los países donde alguien desde el ordenador de su casa o a través de su móvil se había asomado a nuestro blog.

La mayoría de estas visitas eran desde España, pero con el tiempo empezaron a sumarse países tan lejanos como Afganistán, Rusia, Nueva Zelanda, Taiwan, Sri Lanka,…Prácticamente todo el mapa aparecía coloreado si consultaba las visitas de los últimos tres meses.

Sin embargo, había un huequito que aparecía siempre en blanco. ¿Cuál sería ese país en el que su población no mostraba ningún interés por la Red? Al hacer zoom apareció el país: Finlandia.

Cada día, al meterme en el blog y pulsar el link que extiende la red por el mundo, Finlandia sigue apareciendo en blanco.

Rehdmad adora las minorías y el disenso. Quizás lo que contamos no tiene ni puta gracia para un finés o el español es una marcianada para él. El caso es que queremos que Finlandia abandone el blanco y se tiña del color que indica que un aborigen finés nos ha leído.

Haciendo un despliegue sin precedentes conseguimos que una reportera finlandesa, Sanni, nos hiciese un reportaje en su idioma sobre el fenómeno de los huertos urbanos en Madrid. Mandamos a uno de nuestros compañeros hortelanos más mediáticos, Pablo Llobera ( y que pensamos que podría tener más tirón entre los nórdicos por su fenotipo ciclista y el tono azabache de sus cabellos) a la entrevista y aquí tenéis el resultado.

Para los que no sabéis finés (un idioma muy musical  y más fácil de lo que parece a primera vista) la parte del artículo donde se habla de la red es la que aparece tras el epígrafe KOHTAAMISPAIKKANA PUUTAHRA.

En ella se habla del nacimiento de la red como necesidad de un lugar de encuentro, de la situación actual de los huertos urbanos en Madrid y de las dificultades (PUUTAHRA, fonéticamente muy parecido a la palabra española que expresa la misma idea, putada) para obtener permisos legales desde la administración para la implantación de  huertos urbanos en nuestra ciudad.

Amigo finés, esto va por ti. Prometemos un post si apareces por el mapa de colores.