Mi hermano empezó a trabajar de profesor de inglés en un colegio muy joven. A los diez días ya salía vestido de vaquero de casa.
Ya casado, en pareja, en su propia casa ( es un mileurista de éxito ), me cuenta que sigue saliendo a trabajar vestido de vaquero.
Es la estrategia que adoptó para aliviar a su cerebro, y sobre todo a su estómago, del mal trago que pasaba durante los 20 minutos que tenía para digerir el rancho que le ponían en el comedor escolar.
Mi hermano puede soslayar ese momento del día gracias a su traje de vaquero. Sin embargo, los más pequeños sólo se alivian en carnavales.
¿ Hasta cuándo se seguirá comiendo rancho en los comedores escolares?
Quizás este no sea el enfoque en las jornadas alimentar el cambio que tendrán lugar el 4 de abril en La casa encendida de Madrid, donde se intentará demostrará la viabilidad de un cambio de modelo en los comedores escolares y debatir sobre algunos de los principales retos de la transición agroecológica de los comedores escolares madrileños.
Pero seguro que se darán claves y se citarán ejemplos de comunidades escolares que pueden disfrutar deuna comida sana y ecológica sin necesidad de disfrazarse.
En este enlace se detalle el programa y las mesas de trabajo de las jornadas
Como postre de las jornadas, habrá un recital poético musical de El Naan y Gustavo Duch donde se fusionan músicas que espigan como el trigo y textos que recitados, casi casi, se ponen a bailar.,