¿Por qué madrugar un sábado y vestirse de verdura? ¿Insomnio, falta de planes? ¿Quizás eran un grupo de frutámbulos no diagnosticados que pedían que la industria alimentaria tuviese en cuenta sus reivindicaciones? ¿Por qué portaban regaderas? ¿Invocaban lluvias para el campo español?
Quitando el insomnio, la concentración fue a la 11:00 h en el parque del Retiro, cualquiera de esos motivos habrían bastado para conseguir una autorización de concentración, pero en realidad el grupo de agrourbanitas se reunió y visibilizo por otros porqués. Así os lo contamos:
¿Por qué hoy estamos reunidos en este Pasacalles/ Manifestación reivindicando la importancia de la agroecología urbana?
La razón es meramente egoísta, porque la agroecología urbana mejora nuestras vidas, mejora nuestros barrios, mejora nuestra ciudad y porque estamos convencidos de que generamos un impacto real en la salud y en el bienestar de nuestras familias.
La agroecología urbana nos convierte en consumidores más responsables, regresa el control a nuestras manos sobre la manera en la que producimos nuestros alimentos, nos convertimos en guardianes de semillas, valoramos y rescatamos especies autóctonas, volvemos a saborear un buen tomate, vemos belleza en la imperfección de nuestras cosechas. En el huerto no se descarta nada, todo se aprovecha y se valora.
Somos testigos en nuestros huertos de la magia del compostaje, aprendemos a generar valor en lo que otros consideran basura. Mejoramos suelos con el compost producido en vez de desbordar vertederos.
Nuestros huertos son oasis verdes en nuestros barrios donde además de cosechar guisantes, lechugas y pimientos, cosechamos un intercambio de saberes, donde no importa la edad, donde la intercultural idea es riqueza, donde todos somos merecedores de labrar bancales. Los huertos ofrecen compañía al que se siente solo, es terapia para aquel que se siente desbordado, es un lugar donde todos nos desconectamos de pantallas y volvemos a conectarnos con la naturaleza.
Al ejercer la agroecología urbana reivindicamos la soberanía alimentaria, reivindicamos el derecho a espacios agroecológicos autogestionados, reivindicamos ciudades más verdes, reivindicamos una manera sostenible y local de alimentarnos, reivindicamos el equilibrio ecológico, el derecho a salvaguardar flora y fauna espontánea, reivindicamos la buena gestión de residuos, reivindicamos nuestro derecho a la salud y bienestar. Por todo esto y mucho más hoy estamos aquí reunidos para hacer latir fuerte el corazón verde de Madrid.