Fraguas es un pueblo ubicado en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, en unos terrenos que fueron expropiados en 1968 por el ICONA, para su repoblación forestal con pino resinero para explotación, arrasando en el proceso grandes extensiones de vegetación autóctona. Los terrenos fueron incluidos en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de Guadalajara en 2002. Con la expulsión de sus pobladores en 1968, la aldea cayó en el olvido y en los 90 lo poco que quedaba en pie fue destruido por el Ejército, que utilizó el pueblo como zona de maniobras militares.
En la primavera de 2013, un grupo de jóvenes llegó a Fraguas con un proyecto comunitario de repoblación rural. Desde entonces han reconstruido varias casas con materiales locales y técnicas de construcción tradicionales. Recuperaron el suministro de agua potable y la pista de acceso, pusieron en marcha una instalación eléctrica alimentada con energía solar y están reforestando con especies autóctonas áreas afectadas por incendios.
Por ello, en vez de ser recompensados por las instituciones, han sido condenados, con una dura sentencia, por su trabajo colectivo para reconstruir un pueblo que estaba en ruinas.