Cosechas solidarias desde el confinahuerto

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Varios días antes de que el Gobierno decretase el estado de alerta estableciendo las medidas de distanciamiento social para frenar la pandemia, los huertos urbanos de la red ya habían cerrado sus puertas. Como espacios de encuentro en los barrios, y aunque aún no se habían cerrado parques y zonas de juego comunes, entendíamos que podrían ser focos de propagación de la epidemia .

Durante la primera semana de confinamiento, y ante el más que posible escenario de alargamiento del periodo de alerta sanitaria, nos pusimos en contacto con el ayuntamiento de Madrid para solicitar un permiso de acceso de mínimos a los huertos comunitarios que contemplase la comprobación del estado de la red de riego por posibles pérdidas y regar los semilleros que acabamos de sembrar para ir preparando la huerta de verano. El Ayuntamiento nos envió una circular interna por la que nos permitían acudir solamente a comprobar el estado de la red de riego con las siguientes limitaciones: Una persona, una vez a la semana y no más de 10-15 minutos de estancia en el huerto.

Aunque hubo un debate interno sobre estas medidas ( ¿Por qué no poder regar los semilleros? ¿Por qué no sembrar los plantones ya crecidos? ¿Por qué dejar morir las plantas por falta de cuidados?) la gran mayoría de los huertos urbanos las entendimos y todos las cumplimos. Eramos conscientes de que la visión desde los balcones de unos cuantos privilegiados rodeados de naturaleza, al aire libre, podría generar tensiones con el vecindario e incluso entre hortelanos (“¿quién tiene derecho a ir cuando se encuentra limitado el acceso y la distancia…”).

Cumplidas dos semanas del estado de alerta, el Gobierno amplió el plazo del mismo dos semanas más. Y llegaron las lluvias. La ciudadanía comienza a engrasar el motor de la solidaridad, del apoyo mutuo, de la innovación. Se crean redes de apoyo en los barrios de manera espontánea para ayudar a los más vulnerables o se organizan grupos de makers con impresoras 3D en sus domicilios para fabricar viseras de protección para el personal sanitario que trabajaba en condiciones de seguridad precaria.

Siguen los días de lluvia que se alternan con otros soleados. Los hortelanos compartimos fotos de los huertos desde nuestras terrazas. Nos parecen más verdes que nunca. Añoramos volver a mancharnos la tierra con las manos, a reunirnos con nuestros amigos. Sabemos que ese escenario no es posible aún.

Como ciudadanos muchos de los agrourbanitas de la red llevan semanas colaborando en las redes de apoyo mutuo que crecen a la misma velocidad que la curva de contagios. Y surge una reflexión. No somos concebidos como una actividad esencial, pero si consideramos que somos una actividad especial. A pesar de que los huertos urbanos son espacios más relacionales que productivos o de autoconsumo,, tenemos decenas de kilos de productos frescos, ecológicos, de proximidad, cultivados en los barrios de nuestra ciudad, que pueden ayudar a un buen número de personas en situación de vulnerabilidad.

Decidimos mover ficha y ponernos en contactos con las Juntas de Distritos de nuestros barrios para colaborar con los Bancos de alimentos y ceder nuestras cosechas. Hasta la fecha estos son los huertos de la red que se han sumado a las iniciativas ciudadanas de apoyo. Varios más están en trámites para conseguir los permisos de los Servicios Sociales municipales

Huerto de las 40 Fanegas (Chamartín )

1ª Entrega Banco de Alimentos

Los hortelanos de este huerto de Chamartín se pusieron en contacto con 2 asociaciones del distrito que trabajan con familias vulnerables: la Escuela Popular de Adultos («La Prospe») y la Asociación Jaire. Estas entidades les contaron que atendían a más de 50 familias y que querían unificar ambas iniciativas para facilitar su atención; la campaña les pareció estupenda y les ofrecieron su colaboración. 

Para «legalizar» la actividad de la cosecha y los desplazamientos necesarios (búsqueda de cajones, entrega de la cosecha) se comunicaron con la responsable de Servicios Sociales de la Junta de Chamartín. Aunque desde la Junta están atendiendo a unas 200 familias, le pareció muy positiva abrir una vía de colaboración con el huerto vecinal, facilitándoles una autorización para Desplazamientos por Motivos Sociales.

Una primera entrega de 16 cajas con Lechugas Rojas, Escarolas, Lechugas Rizadas, Lechugas Batavia, Acelgas Rojas y Verdes, Ajetes, Habas y Apio, más 12 kg de harina.

La segunda cosecha, bajo la lluvia y realizada por dos hortelanos distintos, generó una segunda entrega de Lechugas Rojas, Escarolas, Acelgas Verdes y Rojas, Apio, Kale y Habas.

Huerto de Adelfas ( Retiro )

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Tras ponerse en contactos con los Servicios Sociales del Retiro han realizado una cosecha de habas, calçots y puerros. Cuatro horas recolectando bajo el sol y decenas de kilos que irán al Banco de Alimentos del distrito. Dentro de 10 días volverán a por más.

Huerto de Alameda de Osuna (Barajas)

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Los agrourbanitas de Alameda de Osuna contactaron directamente con la ONG Cáritas Santa Catalina de Barajas, que les proporcionaron el Certificado individual de desplazamiento para empleado/voluntario con especificación de que su lugar de trabajo es el Huerto de Alameda. Ya han realizado una primera cosecha y tienen planeadas más entregas para esta ONG.

Huerto de la Cuña Verde Moratalaz

Huerto Cuña Verde1

El Ayuntamiento de Madrid, junto con la asociación de vecinos de Moratalaz , han creado grupos de trabajo de voluntarios para atender las necesidades del barri.

Desde el huerto de La Cuña Verde , con el permiso de la Junta Municipal de Distrito, tres hortelanos han podido recolectar del huerto más de 12 cajas con productos con el fin de ser donados a los más necesitados. Su primera cosecha fue de judias verdes, lechugas, acelgas, escarolas, coliflores, ajos, y ajetes

Esta es una plaza ( Lavapiés )

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Los bancales de este jardín comunitario situado en pleno centro de Madrid estaban escasos de hortalizas. Así que utilizaron otra vía para colaborar. Se sumaron a una iniciativa ya emprendida por un colectivo del barrio, los dragones de Lavapiés, que estaban recolectando y repartiendo comida a través del banco de alimentos del barrio.

La labor de Esta es una plaza fue contactar con el comercio local del barrio, aumentando así el número de espacios donde la vecindad pueda donar alimentos.

Huerto Urbano de Vicálvaro

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Hoy mismo acaban de recibir la autorización de la Junta de Distrito para que dos personas del Huerto Urbano Comunitario de Vicálvaro puedan cosechar producto fresco con destino a la Despensa Solidaria de Vicálvaro.

La Despensa solidaria está en contacto con los Servicios Sociales y con la Red Solidaria de Vecinos del distrito para asignar el  alimento almacenado a personas o familias que más lo necesitan. Una caja de lechugas y acelgas ha sido su primera contribución.

Huerta Eugenia / Vallecas )

Huerta Eugenia

En la Huerta Eugenia están repartiendo hortalizas a la asociación Kontracorriente de Villa de Vallecas que las donan a familias necesitadas del barrio y seguirán repartiendo según vaya saliendo lo que tienen plantado.

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